Forjada desde la resistencia y la rebeldía, “Llamarse Olimpia” se llevó uno de los máximos reconocimientos del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) el Premio Mezcal a Mejor Película, gracias a la poderosa historia que narra, una que muchas conocen, pero pocas han podido contar.
Este documental retrata la vida de Olimpia Coral Melo, activista mexicana que se convirtió en referente continental tras luchar por la aprobación de la Ley Olimpia, una iniciativa legislativa que busca sancionar la violencia digital contra las mujeres. Su activismo nació a partir de su propia experiencia con la difusión no consentida de un video íntimo que marcó su vida y la empujó a transformar el dolor en acción.
Dirigida por Indira Cato y producida en su mayoría por mujeres, la película es un acto de resistencia desde su concepción. Financiada de forma independiente y levantada con voluntades, la producción tardó cuatro años en concretarse, en un entorno que suele cerrar las puertas al cine hecho por y para mujeres, especialmente cuando se trata de hablar de sus luchas.
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Es el primer documental que retrata una lucha de territorio y que reivindica la lucha que hemos hecho juntas desde un ojo femenino, dijo Olimpia Coral Melo al recibir el premio
La ceremonia de premiación se llevó a cabo el sábado 14 de junio en la sala Plácido Domingo del municipio de Zapopan, Jalisco, y marcó el cierre de nueve días de cine, con 170 películas de México, Europa y América Latina.
El jurado de esta edición, presidido por la actriz Ilse Salas, destacó la forma en que el filme logra humanizar una lucha colectiva y darle rostro a un tema que sigue siendo urgente: la violencia de género en el entorno digital.
Una de las integrantes del equipo de Cato subrayó la necesidad de seguir “incomodando y hablando más fuerte”, y abogó por “un cine con más diversidad de miradas” que abra espacio a las historias que aún no han sido contadas.
“Llamarse Olimpia” no solo documenta una lucha, la encarna. Y al hacerlo, le da voz a miles de mujeres que han vivido lo mismo en silencio. Hoy, su historia se grita desde la pantalla grande.