La colombiana Shakira aprovechó un momento de calma en su gira internacional, tras concluir sus doce conciertos en el Estadio GNP de la Ciudad de México, y pasó una tarde familiar en el Museo Frida Kahlo, también conocido como La Casa Azul, acompañada de sus hijos Milan y Sasha.
Aunque la cantante intentó pasar desapercibida, no fue posible, la seguridad que siempre la acompaña la delató y varios de los presentes la reconocieron, aceptando tomarse algunas fotos con sus fans y recorriendo el museo junto con sus hijos, caminando de la mano dentro de ese espacio cargado de historia y arte.
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Este paseo se da justo después del cierre de su gira “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour” en la Ciudad de México, el 18 de septiembre, donde Shakira expresó públicamente su emoción por el apoyo del público mexicano, la calidez de las ovaciones y señaló que las emociones vividas son algo que “solo se viven una vez en la vida”.
El estadio GNP Seguros fue testigo de noches memorables, cada función reunió a aproximadamente 65 mil espectadores, y fue durante la última presentación que la barranquillera admitió estar conmovida hasta las lágrimas al despedirse del escenario.
En su cuenta de Instagram, la cantante agradeció de corazón a México: “Gracias por creer en mí siempre… por cantar, llorar y reír conmigo estos 30 años. Ustedes son mis hermanos desde siempre y para siempre”. Esa conexión emocional con su público se sintió fuerte no solo en el estadio, sino también en cada rincón de la ciudad.
La visita a La Casa Azul también fue comentada en redes sociales, donde usuarios destacaron el momento familiar de Shakira con sus hijos y la humildad con la que trató a sus admiradores.
La colombiana cierra con este capítulo su paso por la CDMX, visitando un sitio emblemático de la cultura mexicana acompañada de su familia, un acto que refuerza su vínculo con México y su aprecio por el arte, la historia y por ese público que la acompañó en cada noche durante “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour”.