El tema del peso fue el que inició toda la polémica. Desde antes de subir al ring se hablaba de que Alana Flores estaba en desventaja, no solo por la estatura sino también por el peso.
La controversia aumentó en el pesaje cuando Gala Montes apareció en la báscula comiendo una pizza, gesto que muchos interpretaron como una burla hacia las reglas y hacia su rival.
La pelea entre Gala Montes y Alana Flores en Supernova Strikers 2025 parecía ser solo un show de entretenimiento, pero después del combate el asunto del peso pactado se convirtió en un verdadero escándalo.
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Alana Flores había prometido que mostraría el contrato para demostrar que sí existía un acuerdo previo y cumplió. Subió a sus historias de Instagram el documento original, aunque lo eliminó poco después, lo que levantó aún más sospechas.
En el contrato se establecía que ambas debían cumplir con condiciones específicas para nivelar el combate. Alana tenía que subir a 54 kilos, mientras que Gala debía bajar a 62 kilos.
Además, se estipulaban guantes de distinto peso, doble pesaje —uno el día anterior y otro el mismo día de la pelea—, uso de careta y tres rounds de dos minutos cada uno.
La polémica estalló porque Gala Montes negó públicamente haber firmado cualquier acuerdo de peso, argumentando que por ser una pelea de exhibición no había reglas de ese tipo. Sin embargo, el documento exhibido por Alana la contradijo por completo.
El director del evento y la misma producción habían señalado que todo estaba regulado bajo contrato, pero fue hasta que Alana mostró el documento que quedó en evidencia que las condiciones estaban claras desde el principio.
El detalle de que eliminara la publicación poco después generó dudas sobre posibles restricciones legales.
Este giro ha hecho que el combate ya no se hable solo por lo que pasó arriba del ring, sino por lo que ocurrió fuera de él. Mientras algunos fans apoyan a Alana por “defender la transparencia”, otros acusan a Gala de no respetar lo pactado y aprovechar la diferencia de peso a su favor.
Lo cierto es que lejos de cerrar el tema, el contrato revelado abrió una nueva discusión sobre los límites de los eventos de exhibición, el compromiso de las celebridades que participan y el impacto que estas polémicas generan en el público.