Lo que prometía ser una noche inolvidable para cualquier fan de Bad Bunny terminó siendo aún más especial cuando Ricky Martin, acompañado por sus hijos Valentino y Matteo, apareció en el escenario del Coliseo de San Juan, sin previo aviso, el cantante de 53 años bailó al ritmo de Tití me preguntó, desatando aplausos y ovaciones desde las gradas. El momento fue tan natural y entrañable que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
El “Conejo Malo” se encuentra en plena residencia musical en su natal Puerto Rico, con 30 conciertos repartidos en tres fines de semana consecutivos, cada noche se convierte en una celebración colectiva a la cultura boricua, y la del viernes no fue la excepción. Con una escenografía inspirada en el cortometraje que acompaña su álbum Debí tirar más fotos, Bad Bunny repasó su discografía frente a un público entregado. Pero fue la presencia de Ricky lo que terminó por robarse los reflectores.
Según asistentes al show, Ricky Martin no solo bailó con soltura y carisma, también interactuó con el público desde la emblemática casa del escenario, acompañado de sus hijos adolescentes. Un gesto de cercanía que muchos describieron como “el highlight de la noche”, según usuarios de X.
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Su hijo Santino, de 16 años, también compartió el momento en redes sociales, mostrando desde su cuenta personal algunos clips donde se ve el ambiente festivo y la complicidad familiar. Ricky, que recientemente conmovió al publicar fotos junto a sus hijos menores Lucía y Renn, reafirma así una imagen que va más allá del estrellato: la de un padre presente, conectado con sus hijos y sus raíces.
Este momento se suma a una serie de eventos recientes donde Ricky Martin ha acaparado titulares. Entre ellos, la cancelación de su concierto en Puebla, México, por incumplimientos de la promotora Events & Entertainment Inc., un hecho que el cantante lamentó profundamente a través de un comunicado oficial.