El estreno del video oficial de Heterocromía, programado para este 11 de diciembre, llega en medio de la expectativa que ha generado la canción desde su lanzamiento.
La canción, aunque Belinda no lo confirmó directamente, se rumoraba que esta canción estaba dedicada a su exnovio Gonzalo Hevia Baillères, heredero de Palacio de Hierro.
La letra incluye versos que aluden al clasismo y a su condición de heterocromía, ojos de diferente color, simbolizando las diferencias en la relación y reforzando la idea de una “doble cara”, lo que causó un fuerte revuelo en redes y medios.
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El tema combina crítica social, lujo y una narrativa de decepción, convirtiéndose rápidamente en uno de los más comentados del año. Desde el inicio, el público interpretó la canción como un retrato directo de esa relación, lo que amplificó la conversación sobre las experiencias personales de la cantante y la fuerza de su mensaje.
El adelanto del videoclip promete llevar esa crítica al extremo. La historia se desarrolla en una mansión palaciega con salones majestuosos, candelabros imponentes y jardines de lujo. Las reuniones sociales, con Aperol Spritz y referencias a marcas como Loro Piana, enfatizan la estética “old money” y muestran, de manera irónica, la superficialidad y vanidad de la élite.
La sátira se hace evidente desde los primeros segundos, y entre los detalles visuales destacan una estatua clásica que sostiene un palo de selfie y una revista ficticia llamada Rumores con titulares escandalosos, burlándose de la obsesión por la imagen y el estatus. Todo está pensado para evidenciar la falsedad detrás de ese mundo que la cantante critica en la letra.
El clip abre con un guiño a Los Aristogatos, estableciendo un tono juguetón y mordaz que acompaña la narrativa. Belinda atraviesa una transformación visual que refleja su proceso emocional, iniciando con un look preppy azul pastel y perlas y terminando convertida en una femme fatale de látex rojo y accesorios impactantes, simbolizando empoderamiento y desquite.
Otro elemento clave es la intervención de una pintura familiar de la élite con la figura de un gato, conectando con el significado de la canción y añadiendo una capa de ironía al relato. La narrativa avanza hacia el clímax de la venganza, cuando la fiesta de la élite se transforma en un caos total, exponiendo al personaje masculino y su círculo social.
El cierre del video muestra a Belinda alejándose en un auto deportivo rojo, sellando la historia desde una posición de fuerza. Con este videoclip, la cantante no solo expande el mensaje de Heterocromía, sino que también reafirma su postura frente al clasismo, las apariencias y las dinámicas de poder en las relaciones, consolidando su regreso con una producción cargada de sátira, estética y narrativa emocional.