La escena de lujo y tradición que rodeó la boda de Netra Mantena y Vamsi Gadiraju dio un giro completamente global cuando Jennifer Lopez apareció en el escenario montado en Udaipur.
La cantante llevó su sello inconfundible hasta una de las celebraciones más comentadas del año, donde fusionó glamour, música y presencia internacional en un festejo que ya era considerado un evento desbordante en protocolo y ostentación.
La intérprete viajó a India para ofrecer un show privado por el que, según medios especializados, recibió alrededor de 2 millones de dólares, una cifra que posiciona su presentación como una de las más caras contratadas para una boda del país.
Su contratación formó parte del extenso itinerario de celebraciones organizado por la familia Mantena, cuyo patriarca es uno de los magnates farmacéuticos más influyentes de la región.
Durante la noche, JLo interpretó varios de los temas que la han acompañado a lo largo de su carrera. Entre ellos destacó Waiting for Tonight, tema emblemático que encendió las redes apenas se filtraron clips del momento.
La artista complementó su setlist con coreografías, bailarines y una producción visual que contrastó perfectamente con el ambiente tradicional de la ceremonia.
Uno de los detalles que más llamó la atención fue su elección de vestuario. Para la recepción adoptó un saree diseñado por Manish Malhotra, uno de los creadores de moda más respetados de India, y posteriormente cambió a looks más escénicos —bodysuits brillantes y estilismos que evocan la estética que la ha convertido en un ícono mundial.
Aunque la presentación fue celebrada por muchos invitados, también generó debate fuera del evento. La mezcla entre el lujo extremo, la cifra millonaria y la presencia de celebridades internacionales impulsó conversaciones en redes sobre el gasto desmedido en bodas de alto perfil.
En paralelo, algunos usuarios cuestionaron la sensibilidad cultural de ciertos atuendos utilizados por la cantante, mientras otros defendieron su papel dentro de un espectáculo contratado para una celebración privada.
A pesar de la controversia, la participación de Jennifer Lopez reafirmó la tendencia de grandes estrellas internacionales en celebraciones de magnates en India, donde el espectáculo ha pasado a ser un elemento central y no solo un complemento de la tradición.