Kourtney Kardashian convirtió su hogar en un escenario romántico para celebrar el cumpleaños número 50 de Travis Barker, en una velada que combinó detalles cuidadosamente planeados, calidez familiar y un ambiente que reflejaba por completo la esencia de la pareja.
Lejos de la típica fiesta multitudinaria, la socialité apostó por una celebración íntima que resaltó lo significativo del momento.
Desde la entrada de la casa, el camino se iluminó con decenas de velas crema colocadas dentro de portavelas de vidrio, creando esa atmósfera mágica que ya es parte del sello visual de Kourtney.
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En el interior, los techos estaban llenos de globos en tonos neutros con cintas negras, mientras que una mesa larga al aire libre, rodeada de más velas, se convirtió en el centro de la noche.
La reunión contó con la presencia de algunos familiares cercanos, entre ellos Alabama Barker y Atiana De La Hoya, quienes compartieron algunos momentos de la celebración.
Travis recibió un pastel especial en forma de estrella, decorado en tonos crema con letras doradas, manteniendo la estética minimalista que dominó toda la velada. El menú también fue personalizado y se presentó en elegantes tarjetas en blanco y negro, destacando platillos preparados especialmente para la ocasión.
Kourtney acompañó la noche con música romántica, entre ellas “Fly Me to the Moon”, reforzando ese toque íntimo y emocional que quería transmitirle a su esposo.
La organización del evento corrió a cargo de Mindy Weiss, una de las event planners más reconocidas del medio, lo que se reflejó en cada detalle.
En redes sociales, Kourtney dedicó un mensaje lleno de cariño a Travis, celebrando no solo su cumpleaños, sino el momento que viven juntos como familia. La velada, sencilla pero profundamente significativa, dejó claro que para ellos los instantes más valiosos son los que se comparten en casa, rodeados de quienes más quieren.